Reconocida por su forma más gruesa y su sabor intenso, la salchicha de Morteau se ahuma durante más de 48 horas en chimeneas de madera de coníferas, lo que le confiere su aroma profundo y característico. Ideal para servir con quesos fundidos como el Vacherin Mont d’Or o patatas, es una joya de la gastronomía del este de Francia.